miércoles, 31 de diciembre de 2014

Chaleco antibalas de grafeno

Como bien es sabido los chalecos antibalas suelen tener como componente principal la fibra de kevlar, que es un material muy resistente a impactos además de ligero y flexible, hasta aquí todo perfecto.

Hoy día la protección es uno de los elementos fundamentales, sobre todo porque tanto armas como otros objetos dañinos tienen cada vez mayor potencia de fuego, mayor cadencia,...., esto en situaciones comprometidas puede resultar letal incluso con los chalecos actuales.

Los nuevos chalecos constituidos por finas láminas de grafeno (hasta 1 millón por cada milímetro de grosor del chaleco), podrán absorber mucho más el impacto. Teniendo en cuenta que entre 10 y 100 capas (1 nanometro por capa) de grafeno tienen la resistencia de 2 chalecos de kevlar, capaces de parar una bala a 3000 metros por segundo o más del doble de velocidad. (Además dichos chalecos serían transparentes).




Control de células mediante la luz gracias al grafeno

Como ustedes sabrán las células del cuerpo se guían y actúan por medio de impulsos nerviosos, estos impulsos nerviosos son en sí, señales eléctricas, pues imagínense poder dominar las células de nuestro cuerpo. Concentración, memoria, aspectos físicos,...., para poder llevar a cabo este proceso, vamos a usar las células como transistores de silicio , es decir, dejar pasar la corriente o no (1 ó 0), para que actúen de una forma u otra. De esto es encarga la optogenética.



Bueno, para empezar la optogenética es una combinación de métodos genéticos y ópticos para controlar las ondas eléctricas de las células (más concretamente sobre neuronas) por medio de la luz, esto hace que el método sea rápido y preciso, con el objetivo de controlar el comportamiento de las células.


Actualmente los chips usados para los implantes contienen óxido de indio y estaño (ITO), que son materiales conductores, que dejan pasar la luz, creando un campo eléctrico (actuando como paneles solares) o cortan el paso de la misma, es decir, actuando como semiconductor.



El problema que tiene este chip en primer lugar es que es rígido y frágil, además, para su fabricación se requieren de altas temperaturas que no son soportables por los materiales usados a la hora de implantarlos.
En segundo lugar, debido a que los componentes del chip no abarcan una gran banda ancha de frecuencias , no se puede demostrar todo el potencial del proceso (un mayor y mejor control a ejercer sobre las células).



Para solventar dichos problemas, primero se añade sustrato de un polímero llamado "Parylene" (uno de los materiales necesarios para el implante) sobre una lámina de silicio, metalizada con oro, y posteriormente se le "dibujan" unas líneas de haces de electrones que servirán como contacto, es decir, de "conector USB".
Luego se le aplican 4 capas de grafeno, protegido todo ello con una capa de dióxido de silicio, otra capa de parylene y finalmente implantados.



Gracias de nuevo al grafeno, la sensibilidad del chip a la luz aumenta, lo que mejora la precisión y no sólo eso, además aporta flexibilidad, resistencia y abarca un bando de ancha más amplio, lo cual, es perfecto para los avances en este campo, y potencialmente beneficioso para las personas.